Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

jueves, 10 de diciembre de 2009

Mi primera fotografía


Corría el año setenta y tantos. Yo tendría unos 14 y mis padres propusieron un viaje a Asturias. Fuimos desde Valencia hasta Oviedo en un Renault 8 con la niebla de los ducados que se fumaba mi padre por el camino. Recuerdo perfectamente la llegada a una playa cantábrica,con su bruma y su marea que subía y bajaba. El mediterraneo era el único mar que conocía hasta ese momento y aquellas olas salvajes y arrogantes me cautivaron. Yo por entonces no tenía la mas mínima intención de ser fotógrafo(creo que quería ser veterinario),pero las huellas de mis botas en aquella arena me parecieron una señal. Le pedí la cámara a mi padre,una Yashica metálica dura como un tanque,y fotografié aquellas marcas como los primeros pasos hacia algún lugar que todavía desconocía.
A día de hoy sigo sin saber muy bien hacia donde se dirigen aquellos pasos,pero considero esta foto como la primera que realicé con una cierta intención de contar algo.

2 comentarios:

  1. Creo que si cierro los ojos incluso puedo olerlo: tu padre y su niebla de Ducados en el Renault 8.
    Nos llevó a mi hermano y a mí de Barcelona a Valencia, un verano. No debía de tener más de 8 años. Paramos a comer y yo pedí tortilla de gambas, mi comida favorita en aquella época. Estaba buenísima.
    Una vez le conté a mi madre este recuerdo tan vívido, y ella añadió otro detalle que yo había olvidado: por lo visto, en ese viaje, Patxi se descompuso, y tu padre estuvo con él en el baño intentando arreglar el desastre.
    Yo sólo recuerdo la tortilla y a tu padre mirándome mientras me la terminaba, con un ducados en la boca.
    ¡Feliz Navidad!

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  2. Ayyy...mi padre.Todo un personaje,con su bruma de ducados rodeándole.
    Alguna vez he pensado en realizar un documental sobre su figura,con entrevistas realizadas a todos/as aquellos que le conocísteis.Sin duda,la anécdota de la tortilla de gambas camino de Valencia sería magnífica. Puedo ver a mi padre con su miranda bondadosa observando como disfrutabas de esa tortilla.
    Si realizo el documental más vale que sea pronto,ya que muchos de su generación empiezan a faltar.
    Un beso enorme,prima. Me alegra leerte.

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