Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

sábado, 31 de diciembre de 2016

El miedo

Yo no tengo miedo a la muerte.
Tengo miedo al aburrimiento.
Tengo miedo a no ver, escuchar o sentir un rayo de belleza en cada uno de mis días.
Tengo miedo a los apologetas de la claudicación.
Tengo miedo a los animales domésticos.
Y no hablo de tu perro, de tu gato o de tu hamster.
Hablo de ti.
Te hablo a ti, oveja del rebaño.
Cuántas veces he deseado estar en tu corral.
Y cuántas veces he coceado al que ha pretendido echarme el lazo.
Prefiero el disparo de un cazador furtivo que la descarga eléctrica del matarife.
Prefiero el ardid del trampero que la desidia del carnicero.
Prefiero aullar en solitario que cantar vuestro canto cacofónico.
Así pues, aquí sigo, bailando desnudo en el desierto.
Aquí sigo, robando tiempo al tiempo.
Aquí sigo, robando tiempo.
Aquí sigo, robando.
Aqui sigo.
Aquí.

2017

A todos mis amigos artistas, a esos que vivís en el alambre, en el desasoiego, con el agua al cuello. A todos mis francotiradores, a mis balas perdidas, a mis soldados rasos en primera linea de fuego, os deseo que sigáis aspirando fuerte el nalpalm que huele a victoria en este apocalipsis.
Sed bienvenidos al club de los imposibles. No soltéis nunca el cuchillo que lleváis entre los dientes. Mirad de frente a la vida y sonreídle. Decidle que sí, que un día os doblará la espalda y caeréis rendidos con humildad ante su poder, pero que mientras tanto afrontaréis con orgullo y honor la guerra que os ha tocado vivir. Feliz 2017.