Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

lunes, 26 de abril de 2010

Nuevo en Flickr


Últimas noticias. A falta de web propia(todo llegará)he volcado un resumen de mi trabajo fotográfico desde mis inicios hasta hoy en FLICKR.
Si vais a la sección de enlaces en este mismo blog veréis que hay uno con "Jordi Pla" para que podáis entrar directamente a mi galería de fotos.Pinchad ahí. Tenéis de todo;teatro,danza,retratos y los últimos viajes por África. Al que le interese ya me contará.
De momento os dejo una fotografía de mi último trabajo en teatro. Se trata de "Comisuras",la última creación de Patricia Pardo. Buscadla en la cartelera. Os aseguro que no os dejará indiferentes. Esta chica se supera en cada espectáculo!!!!

domingo, 25 de abril de 2010

Antonio


Era verano. Yo andaba rumiando las escritura de un último cortometraje por enésima vez. Estaba atascado. Una historia que llevaba gestándose tres años no acababa de nacer y decidí que mi cabeza, mis ideas, ya no estaban preparadas para dar el salto definitivo. Necesitaba ayuda,eso era evidente.
En Ibiza tengo un buen grupo de gente cercana,ese tipo de amigos que crecen con la insistencia y las escapadas reiteradas a la isla durante más de quince años. Entre ellos se encuentra Antonio,una mente afilada de esas que es difícil atraparla en fuera de juego. Viajero,observador de los plieges sutiles del pensamiento, curioso y atento, cortés, educado y de verbo vibrante. Era la persona adecuada para ofrecerle mis ideas sobre aquella historia enquistada y compartir con él la escritura.
Se lo propuse y aceptó con una mezcla de euforia y sorpresa.
Me instalé una vez más en aquella tierra de energía poderosa,esta vez con una finalidad concreta; acabar un guión.
Pasamos días incendiados de ideas incandescentes. Hacía un calor húmedo que nos hacía sudar a borbotones. Intentábamos aplacarlo con litros de té y ventiladores a la máxima potencia. Yo recibía el atardecer y la brisa nocturna con la devoción del converso. De aquellas jornadas que se convirtieron en tierra fertil salió una pequeña y bella historia de dos personajes desolados,buscadores del sosiego,uno en la quietud y otro en el movimiento constante.
Pero no sólo encontramos una historia. También descubrimos al amigo en su faceta efervescente y soñadora, al compañero dispuesto a dar forma a dos seres que no eran más que nosotros mísmos. Nuestros miedos,deseos,inquietudes,alegrías y lamentos tomaron forma de ficción pero a nosotros,Antonio y Jordi,nos hicieron más reales a los ojos del otro. Ese otro que,por unos días, se convirtió en un espejo donde vernos un poco más bellos.

sábado, 24 de abril de 2010

La portada definitiva


Bueno,bueno....tras muchos días sin editar nada aquí estoy de nuevo,esta vez para decir a todo aquel o aquella que votó por las portadas para el libro de África que definitivamente no será ninguna de las que os ofrecí. Un día(bueno fue una noche)vi la luz y decidí que debía ser la que aquí os muestro. Son muchos los motivos que me llevaron a elegir ésta. No voy a explicarlos aquí y ahora. Quizás lo haga el día de la presentación,que os recuerdo es el 3 de Mayo a las 19:30 en el Centro Cultural Bancaja de Valencia(en la plaza de Tetuán). Vuelvo a agradeceros vuestra participación,queridos y queridas todas. Espero que el hecho de haber pasado de vuestras sugerencias no os lleve a no votar en la próxima oportunidad(ya que espero que haya más). Un beso grande.

lunes, 5 de abril de 2010

¿Podemos amar los objetos?


Dentro del lenguaje creado por los humanos existen conceptos difíciles de acotar por lo abstractos y amplios que pueden ser. ¿Qué es la amistad?,¿qué es el compromiso?,¿qué es la justicia? Para cada uno de nosotros estos términos tienen una amplitud,una vibración y un significado distinto,más allá de que seguramente llegaríamos a acuerdos.
Probablemente el concepto "amar" pueda ser de los más escurridizos ya que en él se escoden otros muchos. Parece ser que,en pricipio,el amor es amor al prójimo. "Ama a prójimo como a ti mismo"- dijo Jesucristo. Un cocepto humano aplicable a otros humanos. El paso del tiempo y la "civilización" nos a ampliado el espectro y fuimos capaces de amar a los animales e incluso a cualquier ser vivo(animal o vegetal) aunque seguramente todos estaríamos de acuerdo en que es más fácil amar a un perro que a un saltamontes y a un saltamontes más que a una col de Bruselas(o de donde sea la col). Pero vayamos un poco más allá. ¿Podemos amar los objetos, amar las cosas inanimadas,aquello que requiere de nuestra voluntad para otorgarles una cierta "vida"?, ¿podemos amar una piedra,unas gafas o la batería del coche?
Me temo que a los objetos podemos amarlos tan sólo en función del placer que nos causan. Conozco gente que ama la cocina y consecuentemente es capaz de amar la cazuela de barro que le proporcionará el placer de comer. También conozco gente que aman los pinceles con los que podrán pintar el cuadro que tienen en mente. Hay gente que ama los puzzles porque le abstraen de la realidad. Hay gente,yo mismo, que ama aquello intangible como la música por el puro placer sonoro. Hay gente que ama el vino y cuidan con esmero su bodega. Mucha gente ama el dinero.
Yo amo las bicicletas. Empecé a amarlas ya hace unos veinte años cuando volví de Amsterdam fascinado por la marabunta de ciclistas que recorrían su ciudad educadamente y en silencio. Más tarde conocí otras ciudades donde el ciclismo urbano es religión (Berlín o Parma). También conocí "locos" de las bicicletas que recorrieron Barcelona-Tokio pedaleando.
La bicicleta genera ciudades limpias,educadas,más silenciosas,más cultas. Creo que el nivel de evolución cultural de una ciudad es directamente proporcional al número de bicicletas que recorren sus calles.
Recorrer Valencia en bicicleta hace no tantos años se contemplaba como una extravagancia. Mil veces conductores de coches descerebrados me adelantaban rozándome mientras me gritaban: Induraiiiiiin!!!!
Parece que mi ciudad se va civilizando y,al menos,ya nadie te grita bobadas. Pero queda tanto por hacer.
Tengo tres bicicletas y siempre digo que tendría una para cada estado de ánimo. Hay bicis nerviosas,bicis apacibles, bicis para matarse y bicis de salón, bicis perezosas, bicis adolescentes, bicis deportistas, bicis imposibles, bicis peso pluma y bicis peso pesado.
De las mías cada una tiene una forma de ser. A una le llamo la madre porque fue con la que realmente nació mi amor por ellas y es una bici pausada. Otra es la viajera(en la foto) porque la pliegas y te la llevas a cualquier lado. Y la última es la flaca porque tan solo pesa 8,8 kilos y corre como el viento. Las amo por igual pero cada una me ofrece aquello que tiene y que las otras carecen.
¿Se puede amar los objetos? Por supuesto.¿Qué amas tú?

domingo, 4 de abril de 2010

Circo Farofinha


Llevábamos más de cinco horas de caminos bacheados. El sol nos abrasaba y al instante siguiente una nube negra descargaba su contenido con una ferocidad que no permitía ver más allá del morro de nuestro vehículo. Ese caprichoso cambio de ritmo de la naturaleza es propio de los climas tropicales y al visitante venido de latitudes con climas más benignos no deja de sorprenderle. Para mi aquellos aguaceros eran una fiesta y lo celebraba cantando y riendo. El chofer,un aguerrido lugareño, me miraba de reojo y sonreía ante mi inocencia. Veníamos de visitar a un enfermo de lepra al que habíamos llevado su medicación y volvíamos a Sao Félix do Araguaya con la sensación que produce el trabajo bien hecho. Transitábamos zonas pantanosas rodeadas de selva quemada por los lugareños para plantar sus propios alimentos. Aquello es una economía de susbsistencia. Se nos cruzaban aves exóticas y pudimos ver bastante cerca un animal muy esquivo con el ser humano; un oso hormiguero. Me pareció extraordinariamente grande. Nunca había imaginado aquellas dimensiones. En mi mente siempre fue más reducido,aunque también es cierto que con el paso del tiempo haya podido magnificar su tamaño.
Pero lo realmente sorprendente de aquel día y de aquel trayecto se produjo a mitad de camino. A lo lejos divisamos algo que nos dejó perplejos. En medio del frondoso paisaje intuimos lo que parecía la carpa de un circo con sus colores luminosos y su banderita en la cima. Aquella visión me recordó a los aspectos más surrealistas de Joseph Conrad en "El corazón de las tinieblas". Se nos amontonaron las preguntas: ¿Cómo es posible que los camiones de transporte hayan llegado hasta aquel lugar casi imposible de transitar?,¿qué equipo humano ha podido montar una carpa de dimensiones tan considerables como para ser vista desde tan lejos?,¿qué público puede acudir en tan desolado páramo a ver un espectáculo circense?
Sin duda era asombroso.
Nos acercamos hasta allí y aprcamos en la puerta de entrada al recinto. De dentro empezaron a salir chicos y chicas muy jóvenes. Todos ellos eran fuertes,fornidos y sus miradas,a pesar de su corta edad,eran de personas bravas,curtidas. La tela de la carpa tenía más agujeros que lona y pensamos que en los momentos de fuerte lluvia,el interor se podía convertir en un lodazal. Seguramente así fuera, pero esas personas estaban preparados para ello y mucho más. Tenían aspecto de supervivientes de un holocausto nuclear o algo similar.Yo los pensaba salidos de una versión tropical de "Mad Max". Tras la muchachada salió un hombre grande,moreno,de pelo enredado y mirada penetrante y orgullosa. Caminaba despacio,casi desfiante.Era, además del dueño de aquel "circo legendario"(según sus propias palabras), el patriarca de aquella familia. Todos eran hijos o nietos suyos. Sus padres ya hacían giras por Brasil y Argentina. Por lo deteriorado de aquella "consrucción" yo hubiera jurado que incluso sus abuelos trabajaron allí dentro. Tuvimos una conversación afable con aquel jefe. Sus familiares se hicieron a una lado. Parecían tenerle un respeto reverencial. Nos dijo que estaría encantado de tenernos como espectadores esa misma noche. Nos enseñó sus aposentos,nos presentó a una mujer que en esos momentos preparaba el rancho para la tropa. Por el centro de la pista correteaban unos macacos aprovechando todo el largo de las cadenas que les retenían por el cuello.
Declinamos la invitación argumentando que se nos esperaba para cenar en Sao Félix.
- No se preocupen,habrá más ocasiones - nos dijo.
Yo pensé que de una gira con aquel grupo de personas podría salir un gran documental aunque me conformé con solicitarle una fotografía. Accedió encantado.
La vida es tan sorprendente.