Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

sábado, 27 de octubre de 2012

Horas de espera

 
Volábamos con destino a Bombay. Hacíamos escala en París y el vuelo llegaba con retraso. Una vez en París, y a pesar de las carreras, perdimos el avión que nos debía llevar hasta India. Tocó renegociar la forma más rápida para llegar y tras una hora logramos un vuelo vía Amán, donde deberíamos esperar otras tres horas hasta coger la conexión a Bombay. Lo que eran nueve horas de viaje se convirtieron en casi veinte. Y veinte horas dan para mucho, por lo que me dediqué a sacar algunas fotos. Esta es una de ellas.


Dicen que en los aeropuertos sueltan halcones para cazar o ahuyentar a otras aves que pudieran estorbar en el despegue y aterrizaje de los aviones. A esta paloma la “cacé” en el Charles de Gaulle parisino. Era una paloma suicida o muy inconsciente. Y así pasaron las horas entre palomas suicidas y muchos cafés. Es lo que tiene el viajar.

El hogar de un artista


jueves, 25 de octubre de 2012

Veré qué puedo hacer.....


Las doce en punto. Interior día. Casa del fotógrafo Jordi Pla . Suena el teléfono.
Un director de teatro quiere hablar con Jordi.
   
Director: Jordi, necesito quedar contigo urgentemente.
Jordi:      ¿Cuándo?
Director: ¿Estás libre esta tarde?
Jordi:      Mmmm…..Veré qué puedo hacer.
Director: ¿A las cinco en punto en la Escuela del Actor?
Jordi:      Allí estaré

Cinco horas más tarde. Interior día. Escuela del Actor.

Director: Necesitamos hacer un cartel para nuestra próxima función.
Jordi:      ¿Para cuándo lo necesitáis?
Director:  Para mañana. ¿Puedes?
Jordi:  Mmmmm….Veré qué puedo hacer.
Director: ¿Te cuento de qué va la cosa?
Jordi: Dispara.
Director: Tres generaciones de una familia viven en una casa de campo y mantienen entre ellos unas relaciones muy especiales, mientras esperan que llegue el fin del mundo.
Jordi: Vaya….y ¿habéis pensado en alguna idea para el cartel?
Director: Nos gustaría un retrato de la familia con un ambiente de cuadro barroco, con claroscuros tipo Ribera.
Jordi: Mmmmm…Veré qué puedo hacer. ¿Tenemos lugar donde hacer la foto?
Director: No
Jordi: ¿Focos?
Director: No
Jordi: ¿Vestuario?
Director: Todavía no es definitivo.
Jordi: ¿Mobiliario?
Director: Sólo disponemos de una mesa y un taburete.
Jordi: ¿Y cómo creéis que podemos hacer un ambiente barroco sin local, sin vestuario, sin mobiliario y sin focos?
Director: Mmmm…Tienes razón. Veré que puedo hacer.

Al día siguiente, por la noche, estábamos en la Sala Ultramar trabajando el cartel de la última obra de Hongaresa de Teatre. La foto la creamos en una hora, con vestuario, luces, maquillaje y todo lo necesario (incluida la mesa y el taburete)

Interior noche. Espacio vacío de un escenario teatral. Un grupo de personas trabaja a toda velocidad para poder fotografiar a una familia que espera el fin del mundo. Todos y cada uno de los miembros del equipo ve lo que puede hacer para que la cosa quede lo mejor posible.
En el teatro valenciano funciona muy bien eso de “veré lo que puedo hacer”.

domingo, 14 de octubre de 2012

Sangre de miserables 02

Aunque no es el fin de este blog servir de tablón de anuncios, haré una excepción para recordarte, querido lector,que el próximo día 18 de Octubre a las 22 horas en la Sala Ultramar de Valencia (C/ Padre Jofré 7) se estrena la obra "Sangre de miserables". Sabéis que sólo recomiendo aquello en lo que creo. No os la perdáis.

Caprichos de la luz 04


viernes, 12 de octubre de 2012

Fotografías olvidadas

Revisando en mis archivos de viajes descubro fotografías inéditas que quedaron en el olvido y que ahora merecen ser publicadas. Esta la tomé en Kinshasa, capital de la República del Congo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Los caprichos de la luz 01

En este barco en el que viajamos, tan cargado de prosa que parece irse a pique en cualquier momento, me esfuerzo día a día por encontrar  poesía a cada paso que doy. Es por eso que inicio esta nueva sección, a la que estoy por titular “Los caprichos de la luz”.

Mis gatos juegan habitualmente con esta vieja pelota de cuero cosida a mano. Hoy el azar hizo que los felinos abandonaran su juguete justo bajo un certero rayo de sol que, tímido, se colaba por el ventanal de la cocina. Y este aprendiz de poeta que os escribe, el mismo que un día aprendió a escribir con luz, ha visto un destello de belleza efímera que no podía dejar escapar. De hecho, pocos minutos después, el caprichoso sol decidió borrar todo vestigio de su pasajera presencia.
Así son las cosas que me gustan; pequeñas, etéreas y finitas.

jueves, 4 de octubre de 2012

Sangre de miserables

Mi amigo Leo estrena la obra "Sangre de miserables" el día 18 de este mes. He tenido el inmenso placer de acompañarle en parte de la creación además de, por supuesto, hacerle las fotos del espectáculo. Como imagen de cartel hemos elegido ésta por su sencillez y porque define bien lo que es la esencia de la obra, de la cual no desvelaré nada más que está basada en textos de Shakespeare, ese loco que escribía como los ángeles.
No podéis perdérosla. Es una delicia para los sentidos (sobre todo para el oído) escuchar a Leo interpretando este texto.
Día 18 en la sala Ultramar de Valencia.
Nos vemos allí.

lunes, 1 de octubre de 2012

India en la memoria



Aquel tipo de nombre impronunciable y silencios eternos conducía como un demonio esquivando vacas sagradas, perros y familias enteras que acarreaban los enseres de toda una vida. Dicen que India es el país con más accidentes de tráfico en todo el planeta. Lo confirmo.Por otro lado, no hay otra forma de conducir en aquel torbellino de automóviles que escupen CO2 como para reventar la capa de ozono en un solo día. O aceleras o se te llevan por delante.
Tras cientos de kilómetros siempre acabábamos en algún poblado de mala muerte donde nada crecía y donde encontrábamos algunas personas enfermas de lepra a las que podríamos entrevistar. Historias durísimas. Gente acostumbrada a resistir ante el karma que les había tocado. Para eso estábamos allí; para escuchar, fotografiar y contarlo a nuestra vuelta.
India te parte en dos. Y si no te parte en dos, es que alguien te robó el alma.
Por la noche dormíamos en alguna pensión con habitaciones por limpiar y sábanas con lamparones. Puede que el panorama no resulte tentador, pero si me propusieran salir ahora mismo para allí, no lo dudaría. Y es que India rebosa vida por todos sus poros. Es justo la vida que nos falta en esta Europa gris y apolillada, en esta Europa caduca y prepotente, orgullosa y encantada de haberse conocido.
Yo me indigno. Me indigno ante el hambre y el dolor. Me indigno ante la estupidez de quien nos gobierna. Y no sólo hablo de esta pequeña y mezquina porción de tierra llamada España. Me indigno ante el mundo, ante ti; ser humano pequeño burgués, pacato y cobarde. Me indigno ante mi; ególatra y arrogante. Me indigno, claro que me indigno. Pero tras indignarme respiro hondo, porque la indignación no tiene que ser más que la puerta de entrada a algún lugar donde otra realidad sea posible.