Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

jueves, 29 de julio de 2010

La bici como medida


Los que me conocéis sabéis de mi devoción por la bicicleta como medio de locomoción. Esta entrada no es más que otra defensa a ultranza de la misma.
Digamos que pienso en la bicicleta como medida del nivel de desarrollo civil de un pueblo,de una comunidad. Viajando he podido comprobar como,a mayor cultura de una población(y cuando digo cultura no hablo de erudición sino de comportamiénto cortés,educado)mayor número de bicicletas recorren sus calles. Os hablo de Parma,por ejemplo. Parma no es una ciudad especialmente dotada para el pedaleo. En Parma suele nevar en abundancia y sus calles se convierten en auténticas pistas de patinaje. A pesar de todo la gente se traslada alegre y saludable subidos a sus bicis. Vi mujeres octogenarias ir al la compra en bici,a ejecutivos encorbatados,a estudiantes y maestros,a curas y a músicos ambulantes.
¿Seremos capaces algún día en Valencia de darnos cuenta de todas las ventajas de nuestra ciudad para movernos en bicicleta?
Alguien podría argumentar que también en África mucha gente se traslada en bicicleta y no precisamente por devoción o por nivel cultural sino por necesidad. En Asia un tanto de lo mismo.
OK,es cierto. Tan sólo hablaba de mi mundo cercano. La bicicleta en paises en conflicto o con masas de desesperados sería materia para otra entrada. Quizás algún día.
Os saludo a todos/as.

sábado, 24 de julio de 2010

Jean Bosco



Hay gente que me riñe porque tengo abandonado el blog.
Vale. Es cierto.
Durante unos días no he tenido nada que contar. Tras tres semanas de viaje,la vuelta se ha convertido en una disciplina funcionarial frente al ordenador para avanzar en el montaje del próximo documental. Quizá el salir poco de casa no me ha proporcionado imágenes o acontecimientos sobre los que poder hablar.
Pero como las noticias de verano,que se nutren del archivo para rellenar el telediario estival,yo buceo en mi archivo fotográfico y os muestro a Jean Bosco.
Jean Bosco trabajaba en el humilde monasterio construido por unos misioneros en el barrio de Kimbansheke (periferia de Kinshasa - capital de la República Democrática del Congo).
Le pedí una foto de despedida cuando estábamos a punto de subirnos al vehículo que nos llevaría al caótico aeropuerto congoleño. Me dijo:
- OK. Esperame unos instantes.
A los pocos minutos se había cambiado de ropa,se había lavado la cara,se había puesto su reloj y traía consigo su pequeña agenda donde apuntaba el orden diario.
- Estoy listo. ¿Dónde quieres la foto?
Lo llevé al estrecho callejón donde tendía todos los días nuestra ropa que previamente había lavado a mano y posteriormente planchado con una plancha de carbón. Hay que tener en cuenta que hasta aquel barrio no llegaba la luz eléctrica(como al noventa por cien de una ciudad de nueve millones de habitantes).
Jean Bosco tenía unas manos delicadas de dedos huesudos e interminables. Con nuestro precario inglés manteníamos conversaciones sobre la educación de sus hijas o sobre cómo se vivía en mi tierra.
Tras la foto le regalé mis chanclas de goma. Cualquier prenda allí se recibe como un tesoro.
Hasta pronto Jean Bosco.

lunes, 12 de julio de 2010

Brigada Dadá


Las últimas semanas han sido intensas. Primero pasé siete días en Benicassim rodando un documental titulado "El museo del tiempo",una idea de José Antonio Portillo. Próximamente os hablaré del proyecto. Allí trabajé con los hermanos Abreu(deliciosos músicos portugueses),con el propio Portillo y con gente de la población. Tras esta semana viajé a Francia,concretamente a Vogüé,pequeña población cercana a Valence,al sudeste del país. Allí sucedieron cinco días increibles de convivencia con un equipo de actores, de dirección y de técnicos como hacía tiempo que no encontraba. Puedo decir que trabajábamos las 24 horas. En cualquier momento encontraban una nueva idea,un nuevo giro a la trama, un porqué para los personajes. Y mientras creaban la obra(titulada "Brigada Dadá") yo me dedicaba a pasear entre ellos realizando un reportaje sobre "como se hizo" el asunto. No es fácil encontrar la posibilidad de trabajar con tiempo y complicidad en un reportaje fotográfico. En esta ocasión fue así. Ojalá vengan más como éstas.
Tras Francia me dirigí a Madrid para presentar el libro "La dignidad y la azada" en CAMON (Centro Cultural de la CAM). El verano y el mundial de fútbol no permitieron que se llenara la sala(acudieron unas 40 personas para un total de 70 plazas)pero por el grado de intimidad con el público y por sus miradas atentas puedo decir que la cosa funcionó.
Este ha sido el resumen de las últimas tres semanas. Ahora toca descansar.
Mañana más.

martes, 6 de julio de 2010

Sin comentarios


Encontrado hoy en la puerta de mi casa.

Descubre el corazón de África


En mi ciudad han abierto un nuevo zoológico. Su nombre: Bioparc. Al parecer,según las autoridades,es un éxito de público. A mi no me gustan los zoológicos porque no me gustan los animales encerrados(tampoco me gustan los acuarios y mi ciudad también tiene uno con gran éxito de público,según las autoridades),pero como hace tiempo me propuse ver el lado brillante de las cosas(traducción libre de "The bright side of the road" de Van Morrison)he de reconocer que prefiero que la anciana pantera enjaulada en el antiguo zoo de mi ciudad, ahora tenga unos cuantos metros cuadrados más donde pasar su jubilación. Corren rumores de que dicha pantera, devastada por tantos años de encierro patibulario, ahora no se atreve a salir de su cueva artificial construida con fibra de vidrio por algún artista fallero local y situada en medio de un supuesto Serengueti. Probablemente la presvicia no le deje enfocar su nuevo e "inmenso" horizonte.
Pero de lo que quería hablar era de la publicidad de este nuevo lugar de recreo y esparcimiento. Enormes carteles luminosos invaden las avenidas valencianas con la imagen de un gorila bonachón a cuyo lado podemos leer la frase: "Descubre el corazón de África". Y yo me pregunto: ¿Por qué motivo tendemos a confundir el corazón de las cosas con el cliché que tenemos sobre las cosas?. Me imagino caminando por las calles de Tokio y descubriendo un anuncio que reza: "Descubre el corazón de España" y junto a la frase un torero,una folclórica y una imagen de la Virgen del Rocío. Joder; detesto los toros,no puedo con Isabel Pantoja y jamás participaría en una procesión rociera. ¿Es todo eso el corazón de España? Evidentemente,no. Tampoco el corazón de África son la gacela Thompson,el guepardo y los gorilas,por mucho que la dos de televisión española y los zoológicos ignoren otros muchos temas que también pertenecen al corazón de África. Supongo que esos otros temas no son muy comerciales.

Cruce de caminos


Hace unos días recibí un mail de unos reporteros de Televisión Española que decían haber llegado recientemente de África. También decían que allí conocieron a un misionero que les enseñó con entusiasmo un libro titulado "La dignidad y la azada", realizado por dos españoles(unos tales Jordi Sebastià y Jordi Pla)que habían pasado por esa zona un año atrás. Los reporteros me daban la enhorabuena, me decían estar profundamente conmovidos por las imágenes y me enviaban una fotografía que me partió en dos. En ella,la protagonista de la portada de nuestro libro sujetaba en sus manos su propia imagen con ese mismo rostro de tristeza que la caracteriza. Ella se llama Silvia y me emociona cómo se vistió para que le realizaran la fotografía. Ese pañuelo en la cabeza,esa cazadora vaquera,esos aros plateados en las orejas(¿serían prestados?Quizás sí). Se puso tan guapa para nosotros.....Seguro que es su forma de decir gracias. Gracias por no olvidaros de nosotras,gracias por publicar el libro,gracias por ser la puerta abierta que nos permitió hablar de aquello que aquí nadie quiere escuchar. Son estos pequeños detalles;un cruce de caminos que hizo encontrar a un misionero y a dos reporteros de televisión en aquel inmenso continente,una foto enviada por mail,los que dan sentido a nuestro trabajo. Todo mi escepticismo se diluye al contemplar a Silvia orgullosa,con su propio rostro entre las manos.