Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Canal 9

Yo trabajé dos años en Canal 9, como iluminador. Trataba de hacer mi trabajo lo mejor posible, lo cual resultaba sospechoso tanto a mis superiores como a mis compañeros. En un lugar donde la política era hacer lo justo, un perfeccionista puede resultar bastante incómodo. La situación se tornó irrespirable y cuando me ofrecieron renovar mi contrato, dije que no. Recuerdo perfectamente las últimas palabras del jefe de la sección de explotación (revelador nombre de sección). Su nombre era Luis Sabater. Me dijo: "Está bien, no renueves, pero cuando ahí fuera seas un don nadie no vengas a ponerte de rodillas pidiéndome trabajo". Aquellas palabras me confirmaron que aquel no era el lugar donde yo quería desarrollarme como profesional. Me fui y no me ha ido mal del todo, pero si no hubiera sido así os puedo asegurar que jamás hubiera vuelto (tal vez por un orgullo absurdo).
Allí dejé a un montón de compañeros, unos mejores, otros peores y alguno directamente impresentable. Nunca he echado de menos aquella cárcel.
Siento muchísimo la situación por la que están pasando mis excompañeros, pero me da rabia que los periodistas de Canal 9 (lacayos del sistema que jamás se atrevieron a destapar lo que sucedía) ahora que se ven con el agua al cuello, quieran airear toda la basura que allí se esconde.
El valor de un periodista va más allá de lo cómodo que se pueda sentir con una nómina a fin de mes (algunas muy suculentas). Lo "normal", desgraciadamente, es callar cuando el tirano te está pagando el adosado y el Toyota Landcruiser que utilizas para ir a Mercadona.
Entiendo la cobardía del que puede perderlo todo (he pasado por ello), lo que no estoy dispuesto a aceptar es que esos mismos periodistas que callaron durante años, ahora sean unos héroes. El valor y la heroicidad se demuestran en la trinchera y no en la tierra quemada.
Sé que este texto me puede granjear algunos enemigos (ya tengo un buen puñado de ellos), pero yo tampoco tengo ya nada que perder. Es lo que siento, y hace muchos años que quería publicar aquellas palabras de despedida del jefe de explotación.
Hay algunos que dicen que el cierre de Canal 9 va a suponer la muerte del audiovisual valenciano, pero me pregunto si algún día existió el audiovisual valenciano. Yo creo que nació muerto y esto no es más que una oportunidad para demostrarnos a nosotros mismos si somos capaces de reflotar una profesión a la que todos amamos (y digo reflotar dando por supuesto que algún día flotó).
Si no muere la cadena pública, espero que, ahora sí, se nutra de profesionales libres, valientes e independientes. Ojalá así sea.

lunes, 7 de octubre de 2013

jueves, 26 de septiembre de 2013

Hotel












Un último encargo; fotografiar un hotel construido en los años 70 y ahora abandonado. Impresionante la sensación de ser el único humano, desde hace mucho tiempo, que pisa esos espacios vacios y, sin embargo, tan llenos de antiguas experiencias ajenas.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Mariposa

Ayer intenté arrancar mi coche y no pude. La batería había muerto. Llevaba tiempo dando señales de agotamiento pero quise exprimirla hasta el final. Tuve que llamar a una amiga que me acercó a uno de esos horrorosos polígonos industriales donde encuentras desde una tienda de deportes hasta un sex-shop especializado en vibradores fosforescentes. Allí también se pueden encontrar baterías de coche (no en el sex-shop sino en el polígono).
La llevamos hasta mi garaje y esta mañana he cogido mis herramientas de españolito hacendoso, dispuesto a sustituir una por otra No ha resultado una tarea difícil. Tan sólo había que aflojar los bornes, soltarlos, sacar la batería antigua, colocar adecuadamente la nueva y volver a colocar los bornes en el lugar adecuado. Polo positivo en borne positivo y polo negativo en borne negativo.

Pero aquí es donde la historia da un giro inesperado. En el momento de extraer la batería vieja he descubierto, sorprendido, que bajo ésta se hallaba el cadáver, perfectamente conservado, de una mariposa de colores bellísimos. No sé el tiempo que podía llevar allí y mucho menos cómo pudo llegar hasta un lugar de acceso tan difícil. Eso era lo de menos. Un humano de mente lógica hubiera tratado de descifrar el enigma. Por ejemplo, un biólogo hubiera especulado con las tendencias naturales de una mariposa que se encuentra en el trance de buscar refugio, o un físico cuántico hubiera jugado con las probabilidades numéricas que tenían las partículas de la mariposa para encajar en el vacío milimétrico que hay entre la batería y el cajetín donde se encastra. Pero una mente como la mía, tendente a buscar la poesía de forma natural, no ha reparado en preguntas que se me antojan inútiles para ofrecerme eso que tanto anhelo; la pequeña belleza cotidiana, la belleza salvadora y redentora, la que refresca el alma.

Me he dirigido a casa con la mariposa entre las manos y una sonrisa infantil en los labios. Caminaba despacio, con miedo a dar un paso en falso que desintegrara tanta hermosura y convirtiera este mundo en un lugar oscuro y feroz. Creo que en el trayecto nadie se ha dado cuenta de que conmigo llevaba una diminuta, pero poderosa porción de luz.

jueves, 22 de agosto de 2013

jueves, 18 de julio de 2013

Autoretratos

Durante los últimos años he descubierto el autorretrato como una ruta de investigación hacia el interior.
Como fotógrafo estaba muy acostumbrado a mirar a los demás, a escrutarlos, a bucear en su alma para extraer de ellos lo mejor. También como fotógrafo siempre tuve un especial pudor por mirarme a mi mismo . No sé de dónde parte ese pudor, ni me importa. Lo que sí sé es que ha llegado el tiempo del autoanálisis, y como empezar por el interior, por el alma, me resulta muy complejo, he decidido llegar a ese interior através del exterior, de lo físico, de las mutaciones, digamos, "formales". Ya he publicado algún autoretrato. Este es otro paso adelante.

sábado, 13 de julio de 2013

Wild Thing


Cuando era un jovencito arrogante e inmortal me gustaba ver esta película, sobre todo por los títulos de crédito. Me encantaba esta negrita, redondita y rítmica haciendo una versión muy personal del "Wild Thing" de los Troggs.
Ahora que la arrogancia ha disminuido y la inmortalidad se ha esfumado sigo disfrutando de este tema. Una canción fresca para tiempos oscuros.

miércoles, 26 de junio de 2013

Ojo

Hoy la dependienta de la pescadería me ha regalado el ojo de un pez espada. Me ha dicho que quizás me sirviera para alguna fotografía (privilegios de cliente antiguo). A mi me ha fascinado el gesto y el ojo en si mismo. Observándolo he vuelto a constatar el desesperado empeño del ser humano por imitar a la naturaleza. Nada más verlo he pensado que este ojo podría estar en una colección de bisutería de cualquier diseñador de moda. Me lo imagino en un anillo, en un collar o en unos pendientes. Y es que la naturaleza es la gran e inagotable fuente de inspiración. Las obras del ser humano siempre son un triste plagio.

sábado, 8 de junio de 2013

Escribir con luz


Hace unos días publiqué una fotografía de estas mismas flores muertas. Hoy vuelvo a publicarlas como si de su negativo se tratara. Pero no es el negativo, son fotografías hechas en días distintos y lugares distintos. Lo único en lo que coinciden, además de ser las mismas flores y la misma botella, es que ambas están iluminadas con la luz entrada por una ventana. Ningún artificio, aunque la fotografía sea, en si misma, puro  artificio. Fotografía; escribir con luz. A luces distintas escrituras distintas sobre mismo tema.

miércoles, 29 de mayo de 2013

domingo, 19 de mayo de 2013

Swimming Pool


La lucha

Dice el filósofo Alan Wats que la vida es un holocausto constante. En África tuve la ocasión de ver como una serpiente estrangulaba a una cría de pájaro y la devoraba de un solo bocado. Probablemente nos afecta menos ver morir a una hormiga que a un pájaro, algo más nos afecta ver morir a un perro o a un gato, o a cualquier mamífero (será una cuestión de afinidad biológica). Pero lo que más nos debería afectar es ver como un humano devora a otro humano (que es, aunque hable metafóricamente, lo que está sucediendo hoy en día con esta crisis creada por cuatro oligarcas). No permanezcamos indiferentes. Cada uno que luche en la medida de sus posibilidades y sus fuerzas.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Mapa

En mi mapa se dibujan simas, valles y acantilados. Aquella ocasión en la que, sin palabras, dijiste que no me querías. El sordo grito infantil, un fardo viejo en la trasera del coche. El amigo muerto, un arma cargada con pólvora mojada. Una feria ambulante y un motel de carretera donde quedé perplejo ante un primer fracaso. La frontera del pánico, la patria de la resistencia. Por mis pliegues corretean jovencitas en flor y los cadáveres alimentan  pasto para cobardes. Guíñame un ojo y te sonreiré. Ponme más vino con gaseosa en el biberón y descuelga el crucifijo de la pared que me va a sentar mal el arroz. Boris Vian fuma opio  a mi lado mientras intenta afinar unas cuantas notas. Una bailarina se dispara en la cabeza mientras yo me abandono, lánguido, a una primavera eterna. Un pirata lascivo baila sobre la barra del bar donde antes todas las mujeres  olían a sexo. ¿Me indicas el camino hasta la orilla? Cogeme de la mano y ayúdame a cruzar. No tengo prisa, aunque a veces lo parezca. Sospecho que aquí estoy mejor. Un algarrobo lleva mi nombre pero no sabría llegar hasta él. Seguiría el rastro de los caracoles pero la tierra absorvió su esencia. ¿Me escuchas? ¿Me quieres? Acúname con tu voz ronca y hazme soñar. ¿Bailarías para mi? No recuerdo el ritmo de tus pasos. Esfuérzate un poco, como aquí lo hacías. Taconea más fuerte para que pueda seguir el sonido y llegar hasta ti. No esquives mis balas, tan sólo grito para escuchar el eco de mi voz. Por favor; no dejes de bailar.

lunes, 29 de abril de 2013

Natación

Tras una larga temporada, vuelvo a nadar. La natación es una metáfora del vivir. El final es un nuevo comienzo. Todo funciona por ciclos; la amistad, el amor, el trabajo y, según algunos, la propia vida.

domingo, 7 de abril de 2013

Bigas Luna


Ayer murió Bigas Luna. Hace un tiempo tuve la ocasión de conocerlo. Me lo presentó una amiga y nos invitó a pasar un día en su casa de Tarragona. Fue una jornada excepcionalmente agradable, un día luminoso de campo y tertulia. Caminamos por sendas rodeadas de viñedos y algarrobos, hablamos sobre filosofía oriental y acupuntura. Congeniamos desde un primer momento. Supongo que el hecho de no mirarlo con la reverencia con la que se mira a los mitos le acercó a  mi desde una postura de naturalidad que otras personas no le permitían. Me pareció un tipo afectuoso habitado por la soledad que envuelve a determinados personajes de reconocido prestigio social.
Bigas me hizo tres regalos, además de una incipiente amistad. Me regaló una navaja que todavía conservo, le puso mi nombre a un algarrobo y me dio un tronco de vid que actualmente vive en mi terraza y donde mis gatos se afilan la uñas.
En los últimos años pienso más de lo que quisiera en la muerte y ella parece empeñada en que no deje de hacerlo ¿Es lo que desea? Pues así será. No seré yo el que ose llevarle la contraria, no vaya a ser que le entre el capricho de hacerme viajar a sus territorios antes de tiempo.
Bigas, tendrás que esperar un poco antes de volver a verme.
PD: No sé si a Bigas le gustaba Bob Marley, pero como a mi me gusta le dedico esta canción.
 

sábado, 30 de marzo de 2013

Sin conservantes ni colorantes


Hay días en los que alguien te quiere cuidar y llega a tu casa cargada de amor y alimentos sin conservantes ni colorantes. Y te entrega su afecto sin aditivos ni edulcorantes. Y cocina para ti y te escucha y te atiende y te observa y te acaricia sin tocarte. Y te acuna y te pone un espejo en el que casi te ves bello. Y te pregunta y te impulsa y te solicita y te sonríe de oreja a oreja. Y te mata y  te resucita y te redime y te apacigua y te exalta. Y te añora y te necesita y te espera al otro lado de un río tan caudaloso que tú te asustas, retrocedes y  vuelves a avanzar hasta la orilla. Y tiemblas y estallas y te recompones y te esfuerzas y te convences  no sabes muy bien de qué. Y te odias y te amas y te desgarras y te asombras. Y te nutres, te desplomas, te levantas y te sumes en un caos tan grande que el big-bang  parece un fósforo mojado. Y lo intentas y fracasas y lo vuelves a intentar. Y tratas de ser y  tratas de estar, pero si demasiado tratas te retratas. Y si te retratas te expones y si te expones sufres y si sufres te angustias y si te angustias te pierdes. Y si te pierdes necesitas que alguien te quiera cuidar y cocine para ti alimentos sin conservantes ni colorantes.

sábado, 23 de marzo de 2013

On the road again





Lo reconozco. Una vez más lo reconozco; me gusta mi profesión. Y no hablo sólo de hacer fotografías o rodar documentales, también hablo de lo que rodea al acto fotográfico y más concretamente al hecho de recorrer lugares inexplorados por mis ojos.
Acabo de llegar de un viaje relámpago que me ha tenido un par de días entre Badajoz y Salamanca. Se trataba de realizar un mini documental para una empresa francesa dedicada a la exportación de productos alimenticios españoles. El trabajo ha estado bien. Espero buenos resultados sin  haber revisado todavía las imágenes grabadas. Pero ahora no quiero hablar de eso. Quiero hablar de los paisajes que he disfrutado mientras conducía escuchando al maestro Cohen. Me hubiera detenido en muchos de ellos, pero por desgracia ha sido imposible pues eran tantos y tan hermosos que, de haberlo hecho, no hubiera llegado a tiempo al trabajo, y eso ya sabemos que es muy malo, sobre todo para la economía doméstica y para la fama de puntual que uno se ha ido labrando con los años.
Estas imágenes las tomé en un lugar al que ahora no sabría volver. Sólo sé que era una carretera secundaria situada entre Salamanca y Ávila. Fuera del coche hacía un frío pelón, por lo que me tomé el tiempo justo para realizar un par de disparos con mi pequeña cámara de bolsillo
antes de volver al interior del vehículo. Me hice un cigarro y puse “Alexandra leaving”, una de mis canciones favoritas de Cohen. El paso de las nubes producía fugaces fogonazos de sol y acto seguido sumían el valle en una penumbra mortecina. Me fumé el tabaco con una paz reverencial. La última calada y el último compás del maestro coincidieron, cerrando así la perfección del círculo. Arranqué de nuevo y pisé despacio el acelerador. Aquel entorno se merecía una conducción pausada. Y así fue.

viernes, 15 de marzo de 2013

Acelga 02

Hoy una amiga me ha traido unas acelgas de su huerto. Nunca había visto una acelga que combinara los colores rojo y verde amarillento. La combinación resultaba tan atractiva que no me ha quedado más remedio que reconocer su belleza haciéndole una fotografía. Una vez más he vuelto a confirmar que la vida se expresa en los vegetales como lo hace en nosotros en forma de venas y arterias o como lo hace en el planeta en forma de ríos, alimentando a ese ser vivo sobre el que caminamos y al que esclavizamos con una impunidad pasmosa.

viernes, 8 de marzo de 2013

Esta mañana


Esta mañana en mi cocina había flores, un aguacate compartido y la voz de Adriana Calcanhotto.

domingo, 3 de marzo de 2013

El rigor

Paseando una soleada mañana de domingo me encuentro con esta pintada y me pregunto: "¿Qué coño pasó el 19 de Julio del año 36?" (dando por supuesto que el autor de la pintada hace referencia al año 36 del siglo pasado). En la memoria de mi disco duro cerebral me viene una dato significativo el 18 de Julio de 1936, pero el 19 no me viene nada.
Una vez más compruebo que la falta de rigor campa a sus anchas en este triste e inconsistente siglo XXI  y de nuevo constato, consternado, que el único rigor permanente es el rigor mortis. Qué pena más grande.

sábado, 2 de marzo de 2013

Días de encierro

No hay días improductivos, tan sólo días solitarios donde la belleza te rescata en forma de sombras (o de luz, que al fin y al cabo ambas forman parte de la misma canción). Día dos de Marzo; el viejo conocido vértigo empieza a no ser lo que era. Los tiempos cambian, y con ellos la percepción sobre los sentimientos.

sábado, 23 de febrero de 2013

Caprichos de la luz. Una mañana de sábado.

Un día cualquiera, como hoy. Te levantas por la mañana y el sol entra por la ventana semiabierta, y atraviesa la copa de vino de la que bebiste la noche anterior, y dibuja azarosamente luces y sombras, y satura los colores sobre el mantel de la mesa, y sonríes. Frente a ti otra persona también sonríe. Y en ese preciso instante piensas, más allá de tus insomnios y fantasmas: "Todo está bien, todo está en su sitio"

jueves, 21 de febrero de 2013

Shots from the car. (Shot nº 10)




Viaje relámpago a Extremadura para grabar un spot. 1.600 kilómetros en dos días dan para distintos paisajes, colores y estados de ánimo. La experiencia ha sido grata apesar de tener en este instante el cuerpo dolorido. Siempre me ha gustado conducir a solas. Da tiempo de escuchar mucha música y pensar en ideas de las que algunas darán fruto y otras se quedarán en algún rincón oscuro y polvoriento de la memoria. En todo caso, y con cansancio incluido, estoy contento. Una luz parece vislumbrarse en este horizonte tan  negro con el que cada día nos despiertan los informativos.

domingo, 10 de febrero de 2013

Caprichos de la luz: Preludio cromático de la primavera




En mi hogar, mi madriguera, como los osos paso un proceso de hibernación. Me sucede porque, al vivir en una planta baja, durante tres meses al año no entra el sol directo. Hay luz suficiente como para mantener las constantes vitales, pero no sol. El sol he de buscarlo fuera para sobrevivir pero, unas veces por pereza y otras porque reduzco mis movimientos a la mínima expresión, no lo hago. Así palidezco como un zombi.
Anteayer entró el primer rayo de sol en mi hogar, mi madriguera. El oso empieza a desperezarse, el zombi grita y se agita tapándose los ojos porque se resiste a morir. Ahora todo se empezará a acelerar. Dentro de nada  la cantidad de sol que entra se multiplicará por mil y habrá una explosión de vida en el salón, y dormiré mis siestas en la terraza. Estoy viviendo el preludio cromático de la primavera. Una estación empieza a languidecer porque la siguiente pide paso con urgencia.