Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

viernes, 30 de diciembre de 2011

Mundo Felino 02: El Holocausto

Desde que convivo con tres gatos, la población autóctona de otras especies como caracoles y lagartijas, ha descendido notablemente. Ya lo decía Alan Watts: "La vida es un holocausto constante". Por cierto; podría recomendar cualquiera de sus libros, pero me inclino por "La sabiduría de la inseguridad". Desde el humor, Watts bucea en los profundos pliegues de la espiritualidad humana y dinamita la mezcla de complacencia y miedo con los que el ser humano contemporaneo se contempla a si mismo.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Banksy

Mi hermano me dio a conocer a Banksy, un misterioso artista al que nunca nadie a visto el rostro, que realiza su obra en las paredes de todo el planeta y al que veneran un ejército de seguidores (galeristas incluidos). Banksy ha realizado su primer documental, titulado "Exit trough the gift shop" (algo así como "Salida a través de la tienda de regalos"). Si es tan interesante como su obra mural no me lo quiero perder, pero no sé si se puede conseguir con subtítulos en castellano. De momento, para el que no lo conozca dejo parte de su obra y el trailer de la peli.

Elogio de la danza

A mi no me gusta el fútbol. De niño, en mi casa no se veían muchos partidos. Mi padre, a diferencia de mis tíos y algunos amigos de la familia, no era muy futbolero. Eso no quiere decir que no nos pegáramos al televisor en alguna final de champions o en los partidos del mundial, pero era más un acto de pertenencia a un colectivo que prendía una momentánea mecha patriótica, que un disfrute del juego. Nunca entendimos de tácticas y me costó años comprender lo que era un “orsai”. Hoy en día sigo sin entender sobre este deporte que mueve pasiones e incendia los corazones, aunque he de confesar que, desde que Pep Guardiola entrena al Fútbol Club Barcelona, no me pierdo ni uno de sus enfrentamientos. Me da igual que el contrincante sea el Manchester o el Antequerano. Por lo tanto, más que futbolero, me declaro barcelonista y, más concretamente, guardiolista. La forma de jugar de este equipo se parece más a la danza que a ese deporte tosco y brutal que practican otros conjuntos. Admiro la sutileza de Xavi, el genio de Messi, el tacto de Iniesta, la contundencia de Puyol, Busquets y Piqué, la seguridad de Valdés, la potencia de Alves. Además, y supongo que como consecuencia directa, me he vuelto un enemigo feroz del madridismo (del Real Madrid, no del “aleti”). No soporto la gomina de Ronaldo y la mala educación de Mourinho. Con lo que me gusta Portugal y los portugueses, han tenido que venir los dos ejemplares menos representativos de un pueblo culto y sensato. No soporto que la sección de deportes de cualquier telediario dedique más de la mitad de su tiempo a un equipo de personas a las que se denomina “galácticos” y que prácticamente no han demostrado nada sobre el terreno de juego, en cuanto a títulos se refiere, en los últimos años. Mientras el Madrid ficha galácticos, el Barcelona forma en su escuela de La Masía a gente culta y humilde. Desde niños se les ofrece la posibilidad de jugar en el equipo pero siempre a condición de que aprueben todas las asignaturas. Como consecuencia salen personas que valoran el esfuerzo y el compañerismo por encima de la rutilancia de la galaxia, de los contratos millonarios y del fugaz famoseo. En fin; creo que ha quedado al descubierto mi pasión por el Fútbol Club Barcelona, lo que significa pasión por el trabajo bien hecho, por el esfuerzo diario, y por el aprovechamiento del genio para ponerlo al servicio de un colectivo. Mis disculpas para aquellos madridistas que se hayan sentido ofendidos. Tan sólo diré: Tendrán que esforzarse un poco más. NOTA: La foto, esta vez, no es mía. Se la he robado a un tal “vargas22” que la tenía en la red.

martes, 20 de diciembre de 2011

Los colores

En mi mundo, tan pequeño, tan extraño incluso para mi, después de tantos meses en él encerrado, levanto la mirada y descubro colores que todavía combinan bien.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Una visita insesperada

En los momentos más inesperados,la vida entra por la ventana y te saluda. Hoy lo hizo mientras fregaba los platos.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Cadáver 16

Best russian ladies

Estaba realizando un viaje por you tube sin mapa ni brújula, cuando descubrí en una esquina del territorio ciberglobal un rótulo que rezaba: “Best russian ladies” (las mejores chicas rusas). Por un momento, en mi ingenuidad, pensé: -¿Qué significa esto de las mejores chicas rusas?, ¿Es que Vladirimir Putin es un visionario que ha decidido escolarizar a todas las chicas y, como consecuencia, Rusia está revelándose como una potencia mundial en cultura y educación?, ¿Es que las mujeres rusas han decidido dar un golpe de timón a sus azarosas vidas y están consiguiendo, por fin, el reconocimiento público que merecen?, ¿Es que el gobierno ruso ha impulsado el famoso I+D+I y está siendo desarrollado por las mujeres más capacitadas? A uno, que en su día pasó por el feminismo, el marxismo y el dadaísmo, y que hoy en día tan sólo le queda, como mucho, el ciclismo, le siguen cabreando ciertas cosas. Me molesta la utilización del cuerpo como exclusivo argumento de venta, tanto con mujeres como con hombres. Ojo; no me molesta que la gente venda su cuerpo (no seré yo el que venga con moralinas.También pasé por el moralismo). Más bien me molesta la burda utilización de la palabra en combinación con la imagen. ¿O es que acaso he de creerme que las mejores chicas rusas, peruanas o de Navalmoral de la Mata son aquellas que gastan una talla 200 de sujetador? ¿O es que los mejores chicos son aquellos que parten nueces con los pectorales? Desgraciadamente, para mucha gente esto es así. Para mi, mejor significa inteligencia, sensatez, escucha, brillo, atención,cortesía, diálogo, humor, carisma……aunque he de reconocer que debe estar bien eso de partir nueces con los pectorales.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Nacho

De Nacho apenas puedo hablar. Tan sólo me he cruzado con él dos o tres veces. Puedo decir que prepara un sushi estupendo y que tiene una mirada melancólica, tras la que, estoy convencido, esconde un cofre con monedas de oro y plata, piedras preciosas y algún pergamino antiguo con la explicación a ciertos misterios de la humanidad. Es posible que él considere mis palabras un exceso. Sólo puedo decirle que desde fuera las cosas se ven con más claridad que desde dentro. Nacho habla poco (virtud que valoro, por escasa, en esta sociedad de verborrea barroca), pero acierta cuando lo hace (virtud que valoro porque demuestra que, antes de hablar, escuchó). Como la vida es más larga de lo que algunos dicen, espero cruzarme con él de nuevo y que me dé la oportunidad de extraer alguno de sus tesoros. Por mi parte, ya me he apuntado a un curso de espeleología emocional.