Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

martes, 6 de diciembre de 2011

Mundo felino 01

Rimpoché ha encontrado la paz en las alturas.

3 comentarios:

  1. Te ha pasado como a mí, que a cierta edad hemos entrado en el mundo gatuno. Superado nuestro momento dudas existenciales y con el nivel hipocondríaco rallando el paroxismo, damos un paso adelante y nos enamoramos de los gatos.

    Por mi parte contribuyo al mundo gatil, con dos ejemplares de interior (Garfield y Tita) y unos catorce de exterior, que gracias al proceso selectivo salvaje del Vedat y a drásticas intervenciones de mi perro Sondheim, se mantienen en un curioso equilibrio ecológico para que no se me coman por invasión.
    Algunos no los soportan (algún vecino) y otros no podemos dejar pasar la oportunidad de limpiarles a los pequeñines las legañas que les clausuran los ojos, e incluso ponerles alguna gotita de colirio.

    ¡Que tiernmos nos hemos vuelto! (Quien te a visto y quien te ve, Bernabé)

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  2. Pues sí. Yo convivo con tres gatos por puro azar, Rimpoché , Rufus y Rita. Digamos que son una modalidad mixta, interior-exterior. Mirarlos evolucionar es mejor de "Avatar" en 3D.
    Cada uno con su personalidad y sus manías.
    Sus legañas, de momento, se las limpian solitos. Yo me dedico a achucharlos en la medida que ellos se dejan. Ya sabemos que los gatos son muy suyos. En fin, puro amor gatuno. Ya legarán más historias del mundo felino.

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  3. Por cierto; me gusta el nombre de tu perro. Me trae muy buenos recuerdos.

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