Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

miércoles, 26 de junio de 2013

Ojo

Hoy la dependienta de la pescadería me ha regalado el ojo de un pez espada. Me ha dicho que quizás me sirviera para alguna fotografía (privilegios de cliente antiguo). A mi me ha fascinado el gesto y el ojo en si mismo. Observándolo he vuelto a constatar el desesperado empeño del ser humano por imitar a la naturaleza. Nada más verlo he pensado que este ojo podría estar en una colección de bisutería de cualquier diseñador de moda. Me lo imagino en un anillo, en un collar o en unos pendientes. Y es que la naturaleza es la gran e inagotable fuente de inspiración. Las obras del ser humano siempre son un triste plagio.

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