Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

domingo, 6 de junio de 2010

Microcosmos




Prometo que no vuelvo a hablar del famoso plátano que abandoné en mi terraza para ver su evolución,pero es que los últimos días han sido fascinantes. Llegué anteayer de madrugada a casa. Había hecho un día de calor bochornoso. Solo pensaba en darme una ducha. Salí a la terraza con la intención de meterme bajo el agua un buen rato cuando quedé atrapado por una visión que me pareció un regalo estético. Sobre el plátano abandonado,que había envejecido ostensiblemente en las últimas horas,reposaba despreocupado un caracol. Yo me pregunté si los caracoles comían plátano. Quizás a un biólogo le parezca una pregunta estúpida(a mi también me lo pareció,para que nos vamos a engañar),pero el caso es que me hice la pregunta y allí me quedé un buen rato observando al caracol bajo la luz de una austera bombilla. El animal parecía detenido y eso me producía inquietud. No es que se arrastrara lentamente como cualquier caracol haría. Éste tenía movimientos oscilantes,casi imperceptibles,como si de una barca mecida por un ligero oleaje se tratara,pero no avanzaba. Allí estuve un buen rato,llegando a la conclusión de que aquel gasterópodo (porque los caracoles son gasterópodos- que lo he mirado en la wikipedia)estaba incándole el diente al plátano.
- Déjate de estupideces,Jordi - pensé - Los caracoles no tienen dientes,ni colmillos ni molares,ni premolares. Date una ducha y vete a la cama.
- OK,una ducha y a dormir- me contesté, sin fiarme del todo de aquella vocecilla que me sugería ser razonable.
Me duché y me fui a la cama,pero antes,para que nadie dude de la veracidad de los acontecimientos,saqué una fotografía de aquel caracol sobre el plátano.
Al día siguiente me levante con aquel pensamiento en la cabeza. Yo diría que cientos de caracoles recorrieron mis sueños sobre plátanos gigantes.
Me levanté y sin quitarme las legañas fui directo al plátano convencido de que el caracol todavía estaría allí, balanceándose cual humano lobotomizado.
El caracol no estaba pero en su lugar había algo sorprendente,maravilloso, vital y revelador.El plátano había ennegrecido casi en su totalidad y justo en el mismo lugar donde el caracol se balanceaba unas horas antes había un hueco de unos milímetros de ancho y profundo. Aquello me dejó fascinado porque podía confirmar la teoría del caracol platanófago,aunque lo mejor era lo que había dentro de aquella oquedad. Allí dentro,moviéndose compulsivamente,pugnando por nacer, había larvas de hormigas apelotonadas,que vibraban,se empujaban,se agitaban. Aquella visión me cautivó tanto que me tuvo observando hasta que una primera hormiga cobró forma, salió de toda aquella amalgama informe y empezó a caminar a una velocidad desenfrenada y sin destino aparente por encima de la fruta.
Fue entonces cuando entendí que todo en el universo está atado con sutileza por unos hilos que nosotros como parte de él trazamos sin darnos cuenta. El hecho de que yo,por una curiosidad infantil, abandonara un plátano para observar su descomposición había alimentado a otro ser vivo,que con su acto, había generado el nido perfecto para el nacimiento de no sé cuantos otros seres vivos.
El caso es que tras desayunar,volví a observar y comprobé que ya no había larvas de hormigas en aquel hueco. Ahora se veía en él la carne pálida de la fruta cuya corteza ya era prácticamente negra. Todo había sucedido tan rápido, en tan pocas horas....... ¿Cuánto dura la vida de una hormiga en términos humanos?,¿cuánto la de un caracol?,¿cuánto durará la mía?.......

2 comentarios:

  1. CURIOSIDAD

    SORPRESA

    ILUSION

    VIDA

    Todo y más unido por unos hilos sutiles que entretejen la vida.

    Tu curiosidad de niño como dices de ver que pasa con el plátano, el caracol buscando alimento prepara el espacio ideal para el nacimiento de hormigas... y yo por estas fotos te reencuentro.

    A veces intentando ir en una dirección, estos hilos nos muestran otras cosas, situaciones, que las veamos o no están ahi.

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  2. Aló,querida:
    ¿Podrías decirme qué Inma me ha reencontrado?
    Un abrazo.

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