Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

lunes, 24 de octubre de 2011

Hubo un tiempo....


Hubo un tiempo en que las carreteras nos alejaban del dolor.
Nuestros cuerpos eran fuertes como robles y delgados como un tiro.
Todas las chicas eran guapas y listas.
Nos alimentábamos de palabras vacías,
olíamos a nenuco y nuestro corazón era tan puro…..
Con la muerte jugábamos al mus y con la vida a la ruleta rusa.
Vivíamos a borbotones y nos moríamos de miedo.
Nuestra piel dormía a la intemperie y el alma entre algodones.
Nuestro pensamiento era de otros, nuestras frases puñales, nuestros silencios fortalezas.
La noche nos besaba en la boca y el día nos arropaba como una madre.
Caminábamos sobre las aguas y el amor era eterno.
Hubo un tiempo en que el espejo nos devolvía una sonrisa.

1 comentario:

  1. Todo lo que dices es tan cierto como bello. Aunque repasando de nuevo cada frase, compruebo que aun conservamos, en estos tiempos, algunas cosas de aquellos. Yo, al menos, todavía me muero de miedo. Será que aún conservo también algo de esperanza. Un beso.

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