Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

lunes, 10 de septiembre de 2012

Meditación transcendental con gato.

Cansado de espolvorear estrellas, adopté tres gatos y me exilié en una alfombra trenzada  a mano.Desde mi atalaya contemplo impávido el hundimiento, la carcoma inexorable que avanza devorando los pensamientos ingrávidos, el fluir de la nada absoluta en corazones ajenos, la cronicidad del dolor cotidiano, sordo, casi imperceptible.Un huracán se agita fuera de este espacio, tan reducido como un latido.La sangre sigue corriendo a borbotones mientras el carnaval se acelera y el futuro languidece eclipsado por un presente sintético.

Desde aquí, con el ritmo de una rutina de insecto, observo el vacío sin vértigo. Mi sedoso cordón umbilical es cada día más fino y unas alas pugnan por romper la queratina que me cubre el alma. Vidas pasadas me visitan con presencia translúcida y me susurran que todo está bien, pero yo sé que no volveremos a conocer el mundo donde las flores eran eternas.                                                                                        Nathan Hope.

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