Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

lunes, 3 de septiembre de 2012

Shots from the car: Shot 9 (La noche americana)

Si nos relajamos un poco y nos abandonamos en brazos de la vida, ésta siempre nos da alguna pista para indicarnos que está de nuestra parte, que nos ama, nos apoya y nos cuida.

Retomo esta sección, hace un tiempo abandonada, de “Shots from the car”(Disparos desde el coche) con esta fotografía que  ilustra perfectamente lo que trato de expresar.
Aunque parezca lo contrario, la imagen que veis está tomada a las doce del medio día mientras recorría el trayecto Carboneras-Nijar. Suelo llevar alguna cámara a mano y voy disparando mientras conduzco. Sé que ello, si me ve la policía, puede costarme una bonita multa, pero es tan tentador….
El caso es que allí estaban esas montañas resecas, apiladas unas encima de otras, cubiertas por una ligera bruma que les otorgaba un halo misterioso. Accioné el limpiaparabrisas, alcancé con mi mano derecha la cámara que reposaba en el asiento del copiloto, paré de nuevo el limpiaparabrisas y, antes de que la velocidad del coche me hiciera abandonar aquel ángulo privilegiado, disparé varias veces sin percatarme de que todos los parámetros no estaban preparados pera ese tipo de toma. Es decir, la cámara estaba configurada para fotos en interior con luz artificial y el diafragma estaba casi completamente cerrado, con lo que dejaba pasar muy poca luz. Cuando llegué al apartamento donde estaba pasando unos días comprobé que, sin quererlo, había realizado lo que en cine se denomina una “noche americana”. La noche americana consiste, resumidamente, en crear un efecto noche a plena luz del día. Gracias a  esos parámetros “inadecuados” había quedado una imagen muy atractiva. La vida me hacía de nuevo un guiño y mirándome a la cara me decía: “¿Lo ves, chaval?; me encantan tus imperfecciones”.

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