Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

martes, 11 de enero de 2011

Otra sobre el paso del tiempo



Escribo esto desde Brasilia, una de las ciudades más feas (aunque única en su especie) que ha ideado el ser humano. Duermo en un hotel de lujo; el Metropólitan Flat. Novena planta. Vistas a gran parte de la ciudad. Las torres donde se aloja el gobierno se divisan a lo lejos con una enorme bandera brasileira. Mañana subiré a una avioneta que durante unas 5 horas me trasladará al estado de Mattogrosso(la gran selva en portugués), selva preamazónica, concretamente al pueblo de Sao Félix do Araguaia. Mañana es mi cumpleaños. Cuarenta y siete. No se me ocurre una mejor forma de vivir el acontecimiento, al que por otro lado nunca he dado mayor importancia, que sobrevolando la selva. Difícilmente se volverá a repetir.
PAUSA.
Llaman a la puerta de mi habitación. Ahora vuelvo.
Increíble; era de parte del hotel. Por lo visto se han fijado en mi pasaporte y dándose cuenta que mañana cumplo años me han regalado una botella de champagne ,una agenda y una tableta de chocolate. Por orden prefiero; el chocolate, el champagne y la agenda (que es un poco fea). Evidentemente es una técnica comercial, pero qué queréis que os diga; me ha gustado. Además el chocolate está buenísimo. Mientras escribo lo voy probando.
Pero la cuestión es que quería hablar, con motivo de mi cumpleaños, del paso del tiempo. Ya sé que es un tema recurrente (el tiempo, la muerte….) pero no lo puedo evitar.
Hace unos años fui al IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) sin idea de ver algo en concreto. No sabía qué se exponía en aquel momento. Me encontré con un conjunto de video-instalaciones de diversos artistas. Muchas piezas eran insignificantes en su sentido más estricto; carecían de significado (o al menos yo no lo supe ver). Pero una propuesta me llamó poderosamente la atención. Era de un artista japonés. Si querías entrar en su juego tenías que teclear en un ordenador tu fecha de nacimiento y una fecha imaginaria para tu propia muerte. Yo elegí vivir unos 98 años (por lo que pudiera pasar después de introducir los datos). Tras teclear estas fechas te sentabas en un taburete y el ordenador, a través de una webcam, te sacaba una fotografía y un contador con dígitos que ocupaban toda la pantalla atravesando tu propia imagen congelada, empezaban la cuenta atrás en décimas de segundo, segundos, minutos, y horas. Se había activado el contador del tiempo que me quedaba de vida. Cuando salías de la sala por una puerta pequeña te encontrabas con un muro en el que, en letras enormes, rezaba algo como: “Recuerda: el tiempo no cesa. Tu vida se acaba. Tienes dos opciones; abandonarte o hacerlo lo mejor posible”. No eran estas palabras exactamente pero la idea era esa. La imagen que veis la saqué del folleto de publicidad. Años después todavía lo conservo. Me pareció impactante. Simplemente quería compartirlo.
Boa noite desde Brasil.

4 comentarios:

  1. Muchas felicidades Jordi!! Realmente parece que has comenzado el año nuevo con un buen regalo como es trabajar. ¡que suerte estar haciendo lo que te gusta en un lugar tan impresionante como debe ser esa selva!
    Bueno hermoso, me alegro que comenzaras las horas previas a tu cumple comiendo chocolate, bebiendo champagne y anotándolo en la agenda, y espero que finalices el día y comiences los siguientes lleno de tantos buenos momentos para recordar, que puedas llenar muuuchos cuadernos, blogs, oídos y corazones. ¡feliz cumpleaños y feliz vida! Un beso

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  2. Querido compañero de la tribu sadhanera, hoy he abierto un correo que enviaste hace un año, estaba entre montones de correos sin abrir porque sólo ocasionalmente echo un vistazo y de vez en cuando hago un barrido. Me ha llamado la atención tu mensage, -voy a ver que cuenta Jordi- y ta-chan!!! me he encontrado con tu blog, he entrado y he estado leyendo tus historias, me han encantado, crear de un hecho sencillo una historia tan atrayente e intensa me hace sentir admiración. Gracias por compartir todo esto con nosotros.
    Cumples años el mismo día que mi padre, no es casualidad que hoy haya abierto tu correo, tampoco es casualidad que cumplais años el mismo día, han nacido, nacen y naceran tantas personas el mismo día que esto no es nada extraordinario, lo que sí es extraordinario es celebrar estos momentos con autentica alegría, estar aquí o allí, haciendo lo que de verdad te gusta y disfrutando de estas experiencias que tu mismo te has creado, que te llenan y que hacen que la vida merezca la pena ser vivida. Felicidades.
    Sigo viviendo en la Comarca donde el tiempo se detiene. Piso cada día siglos de historia, veo desde mi ventana amanecer en las torres del castillo y la muralla, respiro el mismo aire que han respirado todas las almas que han pasado por aquí, las temperaturas siguen cayendo bajo cero cada invierno y las primaveras son breves y maravillosas, en esta espiral el tiempo se ha detenido... no se detiene el sentir, el pensar, el soñar, el vivir... JORDI, que se me va la cabeza y me lío y no paro. Ven alguna vez por estas tierras. Un abrazo enorme. M. Angeles

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  3. Eh, M.Ángeles:
    Días y días después de que escribieras tu mens,lo leo. Es lo que tiene cuando publicas muchas entradas....que e despistas y no contestas a todos como te gustaría.
    Me alegra que me leas. Te mando un beso grande, grande.

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