Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

domingo, 25 de abril de 2010

Antonio


Era verano. Yo andaba rumiando las escritura de un último cortometraje por enésima vez. Estaba atascado. Una historia que llevaba gestándose tres años no acababa de nacer y decidí que mi cabeza, mis ideas, ya no estaban preparadas para dar el salto definitivo. Necesitaba ayuda,eso era evidente.
En Ibiza tengo un buen grupo de gente cercana,ese tipo de amigos que crecen con la insistencia y las escapadas reiteradas a la isla durante más de quince años. Entre ellos se encuentra Antonio,una mente afilada de esas que es difícil atraparla en fuera de juego. Viajero,observador de los plieges sutiles del pensamiento, curioso y atento, cortés, educado y de verbo vibrante. Era la persona adecuada para ofrecerle mis ideas sobre aquella historia enquistada y compartir con él la escritura.
Se lo propuse y aceptó con una mezcla de euforia y sorpresa.
Me instalé una vez más en aquella tierra de energía poderosa,esta vez con una finalidad concreta; acabar un guión.
Pasamos días incendiados de ideas incandescentes. Hacía un calor húmedo que nos hacía sudar a borbotones. Intentábamos aplacarlo con litros de té y ventiladores a la máxima potencia. Yo recibía el atardecer y la brisa nocturna con la devoción del converso. De aquellas jornadas que se convirtieron en tierra fertil salió una pequeña y bella historia de dos personajes desolados,buscadores del sosiego,uno en la quietud y otro en el movimiento constante.
Pero no sólo encontramos una historia. También descubrimos al amigo en su faceta efervescente y soñadora, al compañero dispuesto a dar forma a dos seres que no eran más que nosotros mísmos. Nuestros miedos,deseos,inquietudes,alegrías y lamentos tomaron forma de ficción pero a nosotros,Antonio y Jordi,nos hicieron más reales a los ojos del otro. Ese otro que,por unos días, se convirtió en un espejo donde vernos un poco más bellos.

3 comentarios:

  1. ¡Bonita foto y delicioso texto! Es casi como si conociera a ese tal Antonio;-) Aprovecho para decirte que me gusta la portada final que habéis elegido y que me encantaría estar ahí. Espero que nos crucemos pronto. Se te echa de menos, amigo.

    ResponderEliminar
  2. ¿Ese soy yo? Joder. Es uno de los mejores regalos que he recibido en mi vida, tanto el poder compartir esos días contigo y la isla, como este post que me ha dejado sin palabras. Te espero frente a la puesta de sol.

    ResponderEliminar
  3. Yo también os echo de menos,Pax. Pero,de todas formas,que bueno que un día nos cruzáramos por el camino y nos conociéramos. Seguro que nos encontramos pronto.
    En cuanto a ti,mi pequeño Anthony: Ese eres tú tal cual yo te veo, chaval. Y no he escrito más que luego te me creces!!!!
    Os quiero.
    Chau.

    ResponderEliminar