Mi ruta salvaje llega hasta el centro del misterio, atraviesa el huracán y las tormentas para, finalmente, alcanzar el sosegado corazón de mi alma.
Nathan Hope

martes, 21 de febrero de 2012

El hundimiento 05. Protestas.


Ayer se produjeron, una vez más, protestas por los recortes en educación aplicados por el gobierno. Recortes que han supuesto el no poder pagar en algunos institutos ni la calefacción, ni tan siquiera la luz de las bombillas, ni el transporte en autobús, ni el servicio de comedor……
Las protestas acaban de empezar y espero, de todo corazón, que no paren hasta que los de arriba (¿realmente hay un arriba y un abajo o deberíamos empezar a utilizar otros términos?) se den cuenta del crimen que están cometiendo. Están calcinando el futuro y los pocos logros conseguidos en este país llamado España, cada día más parecido a un desierto.
Tras las carreras y los palos de ayer, alguien dejó un ramo de flores en la entrada del instituto Luís Vives, epicentro de la barbaridad. Me recordó a alguna de las fotos que publicaba la prensa underground del mayo francés del 68, donde los estudiantes afirmaban que la playa estaba debajo de los adoquines. Una vez confirmado que bajo los adoquines no estaba la playa, al menos no perdamos la dignidad, porque caminamos irremediablemente hacia un sistema esclavista. Ayer mismo un portavoz del empresariado reivindicaba que a todo aquel que rechazara un trabajo (“aunque fuera en Laponia”- literalmente) se le negara cualquier tipo de subsidio. Y yo le pregunto; Y si el trabajo se le ofrece a un hombre de 60 años y consiste en bajar a la mina cuando antes era profesor de dibujo,¿aplicaría esta norma?
Y si el sistema se deteriora hasta ofrecer picar piedra a un niño, ¿también tendría que aceptarlo?
¿Alguien piensa que exagero? Tiempo al tiempo.

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